Está escrito por Lucía Gorricho. Son relatos cortos que van desde la permacultura y la espiritualidad laica hasta manuales para hacer papel reciclado o estufas roket, entre otras historias. Se presenta este jueves en El Galpón de las Artes.
Libro diverso y multifocal, “Historias de San Jacinto” lo presentará su autora, Lucía Gorricho, este jueves a las 19 en el escenario de El Galpón de las Artes (Jujuy 2755).
Se trata del tercer libro de esta profesora de Geografía de Mar del Plata que se hizo conocida en 2016. Entonces, se viralizó un texto de su blog personal –“Dijo que no sabía nada”– en el que narraba por qué había aprobado a una alumna de un colegio de Sierra de los Padres que sabía muchísimo más de lo que decía.
Desde ese episodio hasta la actualidad, Gorricho escribió otros dos libros, “Frutillas” en el que cuenta esa experiencia y realiza una crítica al sistema laboral, y “La Geografía del mar”, relacionado a conceptos que materializa en clase. En ambos vincula educación, trabajo e ideas para llevar adelante el aula o la vida, en momentos en que muchas de las viejas estructuras parecen caerse a pedazos. En ese sentido, sus libros son una posibilidad de “buscarle la vuelta” a ciertos dilemas actuales, lejos de fórmulas premasticadas o consumistas. También lanzó su propio sello editorial.
Es el tercer libro de la profesora de Geografía.
Ahora, en “Historias de San Jacinto” cuenta, a través de relatos cortos, diversas situaciones que atravesó. Esta vez, el eje es la ”permacultura y la espiritualidad laica”, según dijo. “Son historias que fui escribiendo desde que nos fuimos con mi hijo a vivir al barrio San Jacinto de Mar del Plata. En esa casa conocí muchas personas, plantas y animales que me hicieron cambiar mi forma de pensar. En San Jacinto estuvimos muy cerca del mar y descubrí formas sustentables de construcción y huertas agroecológicas que me alentaron para seguir aportando en mis clases formas más sanas y coherentes de convivir con las demás especies”, explicó en una entrevista con LA CAPITAL.
Lo interesante del libro es su aspecto cambiante. Cada historia no guarda relación con la otra, o sí, depende de cuál sea la mirada. “Escribí sobre vidas pasadas y registros akáshicos, sobre Fukuoka (referente mundial de la permacultura) y la necesidad de distribuir mejor la tierra, sobre la urgencia de abolir el maltrato animal y también publico manuales para hacer estufas de masa térmica, papeles reciclados y composteras”.
Con un fuerte guiño hacia la naturaleza y las prácticas amables y amigables con el entorno, “Historias de San Jacinto” está dividido en cinco episodios: La metáfora de la casa, Historias Místicas, Historias Terrenales, Manuales y el Ciclo Hidrológico.
Cabe señalar que el libro se obtiene comunicándose con la autora al mail gorricholucia@gmail.com o por Instagram @gorricholucia.
-¿Cuál fue el disparador del libro?
-La verdad es que no me acuerdo. Creo que entender que la mejor manera de compartir mis ideas es a través de un libro en papel. No es lo mismo leer de los teléfonos o de la computadora que desde un libro. Igual que con “Frutillas” y “La Geografía del Mar” me pasó que había textos que sentía que tenían que llegar a más gente. La vida de Gustavo, el hombre que vivía entre las rocas de Cabo Corrientes o el varamiento de 835 orcas de 1946 en Mar del Plata son historias que merecen estar un libro. Publicarlas en un blog para mí no era suficiente.
-¿Considerás que tu oficio de docente también se ramifica en tus libros?
-Sí, son dos tareas que se alimentan mutuamente. En las escuelas propongo actividades y los resultados me inspiran para escribir. Por otro lado impulsar un proyecto autogestivo como es Frutillas Editorial me sirve para no dejarme atrapar por las lógicas burocráticas del sistema.
-¿Qué es lo que une cada una de las historias?
-La naturaleza está en todos los episodios. Es el amor a los animales y las plantas lo que une todo este libro. Creo que necesitamos mejorar nuestra relación con el medio para que podamos sobrevivir como especie. Deseo de corazón que “Historias de San Jacinto” sirva para que más personas se decidan por una vida coherente con la lógica de los ecosistemas.